Otra vez la conocida “Ruta de los Valles” volvió a quedar bajo la lupa de la Justicia federal en el marco de una investigación por narcotráfico, luego de un importante operativo que derivó en el decomiso de una considerable cantidad de droga. Esta vez, se trató de 106 kilos de cocaína que fueron hallados ocultos en dos camionetas que transitaban por esa vía con destino final en la provincia de Buenos Aires. Con este procedimiento, la cantidad total de cocaína incautada en lo que va del año 2025 supera los 900 kilos, lo que representa un incremento cercano al 400% en comparación con el año anterior.
El descubrimiento tuvo lugar el viernes pasado, en la localidad tucumana de Quilmes, cuando efectivos de Gendarmería Nacional interceptaron dos vehículos Volkswagen Saveiro que llamaron la atención por ser del mismo modelo y color. Cada camioneta era conducida por una pareja joven. La primera unidad fue detenida luego de que se detectaran irregularidades en la zona de carga del rodado. Pocos minutos después, una segunda camioneta con idénticas características fue interceptada. Ambas fueron trasladadas hasta la ciudad de Aguilares, donde, tras una inspección exhaustiva, los agentes hallaron compartimientos ocultos que contenían los más de 100 kilos de cocaína distribuidos en forma oculta y cuidadosamente disimulada.
La causa quedó en manos del fiscal federal Rafael Vehils Ruiz, quien con la autorización del juez Guillermo Díaz Martínez, ordenó una serie de allanamientos simultáneos en diversos domicilios vinculados a los sospechosos, con el objetivo de recabar más pruebas sobre el funcionamiento de una supuesta red de narcotráfico organizada. Si bien en los procedimientos no se incautaron más sustancias ilegales, se secuestraron elementos considerados clave para la continuidad de la investigación, cuyo análisis podría llevar al descubrimiento de los eslabones superiores de la cadena delictiva, tanto en términos logísticos como financieros.
Según los investigadores, el mecanismo utilizado en este caso responde a un patrón que ya ha sido detectado en operativos anteriores. Las bandas criminales optan por utilizar camionetas de características idénticas, muchas veces conducidas por jóvenes en pareja, quienes aseguran estar de paso por Tucumán con fines turísticos o por cuestiones personales. Sin embargo, las pruebas indican que los cargamentos suelen cargarse en la zona de Cafayate, en el sur de la provincia de Salta, un punto estratégico que las organizaciones estarían usando como centro de acopio.
“Siempre dicen que están de visita o que vienen a hacer trámites, pero la realidad muestra otra cosa. Ya es evidente que hay un entramado estructurado detrás de estos viajes”, confió una fuente de Gendarmería. Las hipótesis de los investigadores apuntan a que desde Cafayate —o localidades aledañas— se organizan los envíos hacia diferentes provincias del país, tales como Buenos Aires (especialmente La Matanza), Mendoza, Catamarca, San Juan y la capital tucumana.
El operativo en cuestión llevó el total de cocaína incautada en la Ruta de los Valles a 904 kilos en lo que va del año, una cifra que cuadruplica el total decomisado durante todo 2024, que fue de 266 kilos. Además, se destaca que también se ha detectado el tráfico de marihuana, con 16 kilos incautados recientemente, algo que no ocurría desde hacía al menos tres años.
Este aumento en la circulación de drogas por la región pone en evidencia una creciente actividad narco en este corredor interprovincial, el cual no cuenta con una cobertura adecuada de controles fijos. Actualmente, solo el puesto policial ubicado en Colalao del Valle, enmarcado en el denominado Operativo Lapacho, se encuentra en funcionamiento constante. Por el contrario, los controles implementados por Gendarmería se realizan de forma esporádica, lo que deja vastos tramos de la ruta sin vigilancia continua.
Frente a este panorama, el jefe de la Policía de Tucumán, Joaquín Girvaux, informó que se ha tomado la decisión de reforzar la presencia policial en la zona. Según confirmó, se instalará un destacamento permanente con vigilancia activa durante las 24 horas, como respuesta a la creciente amenaza del narcotráfico en esa región montañosa.
A diferencia de otras ocasiones en las que los procedimientos concluían simplemente con el secuestro de la droga, en este caso la Justicia decidió profundizar las líneas de investigación, con el respaldo del juez Díaz Martínez. El nuevo enfoque apunta a identificar a los proveedores, intermediarios y destinatarios finales del cargamento, abriendo así una fase más ambiciosa en la causa: la desarticulación completa de la estructura criminal que opera detrás del transporte de estupefacientes.
La estrategia actual se enfoca en seguir el rastro de la cocaína hasta llegar a los verdaderos responsables del financiamiento, organización y logística de los envíos. Se parte de la premisa de que los decomisos, aunque significativos, no son más que la punta del iceberg de una red compleja y bien estructurada, que ha encontrado en la Ruta de los Valles un corredor clave para el tráfico de droga entre provincias.










