En diálogo con LV12 Radio Independencia, el geógrafo Fernando Álvarez de Celis, director Tejido Urbano analizó los resultados de dicho relevamiento.
Embed – Fernando Álvarez de Celis
«El dato es bastante preocupante, muestra que los jóvenes no pueden acceder ni a una casa propia, ni a un alquiler. Ahí también tenés un tema que no es menor y es que por un lado la Argentina, hace muchos años que no tiene crédito hipotecario y eso dificulta que los jóvenes puedan acceder a una casa propia, pero también en esta franja etaria muestra que el 60% de los ingresos de los jóvenes debería ir a un alquiler con lo cual muchos deciden seguir con sus padres», explicó.
Y continuó: «Lo que también muestra y es algo novedoso en la Argentina, es que muchos habían logrado esa independencia y se habían ido de la casa de los padres, pero vuelven en función de la crisis económica«.
En esta misma línea destacó que se trata de una cuestión cíclica que se modifica de acuerdo a la situación económica del país: «Nosotros tenemos el seguimiento desde el 2004 hasta ahora, el menor momento era en el 2012 donde el 30% de los jóvenes no se habían emancipado y hoy está en el 40%, con lo cual en los momentos de mejor cuestión económica de argentina ronda en los 30% de los jóvenes y en los periodos de crisis ronda el 40%».
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Cómo reaccionan los jóvenes ante la oferta de créditos ProCrear
«Nosotros hicimos un estudio con los datos del último censo de población y muestra que el estado con todas sus políticas de vivienda, ha logrado ser el 7% del total de viviendas en Argentina, con lo cual no logra solucionar el problema», comentó.
«El tema de viviendas en argentina es muy fuerte, tenemos un déficit de un total de un millón de viviendas faltantes, más tres millones de viviendas que están en mal estado o terminan siendo muy chicas para ese tipo de población, con lo cual vos tenés un problema habitacional de cuatro millones de viviendas que termina afectando al número de jóvenes que viven con sus padres», añadió.
Cuestiones Culturales
En este sentido, el entrevistado indicó que además hay cuestiones culturales que influyen a la hora de postergar la independencia en los jóvenes: «Algunos dicen la adolescencia se extendió o los jóvenes estudian y no quieren casarse. Hoy si cambió la tasa de fecundidad y de natalidad, antes la gente era padre en promedio a los 25 años y hoy está el promedio entre los 32 y 33 años, con lo cual ha cambiado también el régimen de conformación, la esperanza de vida ha crecido en todo el país, eso hace que la gente vive más años y decida cambiar algunos ciclos que estábamos acostumbrados de procreación y demás».
Con lo cual esto no es solo un problema socioeconómico, sino también hay factores culturales como el de decidir casarse y conformar una familia a un rango etario mayor al que se acostumbraba anteriormente.
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Por regiones, en las provincias del norte de Argentina las dificultades para la emancipación son más acentuadas. En contraste, en la Ciudad de Buenos Aires, el porcentaje de jóvenes no emancipados es muy bajo, en comparación al resto del país
«Es bastante heterogéneo, pero la ciudad de Buenos Aires es el lugar donde mayor emancipación hay. En ese caso también hay que tener en cuenta y eso pasa en grandes ciudades universitarias del país como Rosario y Córdoba, hay migraciones de jóvenes que vienen a vivir solos porque vienen a estudiar», informó.
En las ciudades del interior del país, la tasa de jóvenes que viven con sus padres es mayor y eso tiene ver que con cuestiones vinculadas con el estudio, y por lo tanto muchos chicos que antes iban a estudiar a Buenos Aires, al haber universidades en más ciudades del país, se quedan en la casa de los padres. En las ciudades del interior del país, la tasa de jóvenes que viven con sus padres es mayor y eso tiene ver que con cuestiones vinculadas con el estudio, y por lo tanto muchos chicos que antes iban a estudiar a Buenos Aires, al haber universidades en más ciudades del país, se quedan en la casa de los padres.
«Hay distintas maneras de abordar esta problemática, pero hay ciudades del interior, sobre todo en el norte de la Argentina que llega casi a 5 de cada 10 jóvenes viviendo con sus padres», finalizó.