En el segmento de plazo del contrato, Inquilinos Agrupados explicó que, desde que Milei firmó el DNU el 20 de diciembre último, el 41% de los contratos firmados son por un plazo menor a un año. Antes, el número era considerablemente más bajo.
Cuando estaba vigente la ley de alquileres, el 72% de los contratos eran por tres años, número que ahora descendió a 16%; el 11% de los contratos eran por un plazo de entre uno y dos años, que ahora subió al 42%; el 9% eran entre seis meses y un año, que aumentó al 18%; el 5% eran por seis meses y ahora el 15% son por ese plazo. Por último, un 3% de los contratos no tenían plazo, hecho que ocurre en la actualidad en el 8%.
Otro dato que se desprende de la encuesta de inquilinos es la disminución del plazo de aumentos del alquiler, que con la ley eran en su gran mayoría cada un año. Desde la publicación del mega decreto, el 91,5% de los contratos firmados tienen actualización cada seis meses o menos.
En la comparativa, sobresale que antes el 69% de los contratos tenían actualización del precio cada un año, mientras que ahora solo el 5,5% tienen esa modalidad; el 20% se actualizaban cada seis meses, cosa que ahora ocurre en el 28,9%; solamente el 2% aumentaban el precio cada cuatro meses y ahora pasa en el 21%; el 4% de los alquileres subían cada tres meses y ahora el 35,7% tienen aumento trimestral; el 0%, o sea ninguno, tenía aumento bimestral, que ahora es el caso del 2,7%, y el 1,5% subía todos los meses, hecho que en la actualidad se da en el 3,2%.
Inquilinos Agrupados también destacó en el informe el aumento en la incidencia del alquiler en los ingresos totales de las personas que componen cada hogar: mientras antes del Decreto de Necesidad y Urgencia el alquiler y las expensas representaban el 31% de los ingresos totales, la derogación de la ley de alquileres trajo también consigo la suba de ese índice al 41% de los ingresos totales.
