En aquel año de “turbulencia cambiaria” en el que el BCRA enfrentó dos corridas, el Índice de Salarios tuvo una variación interanual del 29,7%, lejos del 47,6% que avanzaron los precios. Eso se tradujo en una caída del poder de compra de los sueldos del 12,1%. Al año siguiente, la caída se sostuvo aunque a un ritmo más ligero (-8,4% interanual) y en 2020, pandemia mediante, los salarios perdieron otro 2,3% de su poder de compra en la medida en que estos subieron 33% y los precios, 36,1%.
Recién en 2021 hubo una recuperación del poder de compra de los sueldos gracias a que el avance del Índice de Salarios del 53,4% superó el 50,9% del IPC. Tras esta mejora del 1,7%, en 2022 los salarios volvieron a perder al quedar 2,3% detrás de los precios de la mano de una recomposición de los salarios públicos superior a la de los privados y la de los no registrados. Ambos grupos de trabajadores terminaron perdiendo contra la inflación.
En efecto, en 2023 los salarios públicos también quedaron por encima de los del resto de los trabajadores. Con un avance del 9,1% en octubre, superaron al 8,7% de los trabajadores privados en blanco y al 4,9% de los trabajadores en negro, aunque cabe aclarar que la elaboración de este último valor tiene un rezago de cinco meses que hace desaconsejable la comparación con los de los sueldos de los trabajadores dentro del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).
Por ende, al cabo de diez meses, los ingresos del sector privado registrado subieron el 117,7%; los del sector público, 118,5% y los de los trabajadores no registrados tuvieron un alza del 84,6%, todos detrás de 120% de inflación acumulada, lo que se traduce en una pérdida adicional promedio del poder adquisitivo de los trabajadores del 3,3%.
Si se toma en consideración el 12,8% que marcó la inflación en noviembre y el piso de 25% que le ponen las proyecciones privadas al IPC de diciembre, los salarios se encaminan a su peor año desde al menos 2018 ya que solo una recomposición del 44% acumulada en los últimos dos meses del año permitirían que el Índice de Salarios termine 2023 a la par de la inflación.
Si solo se consideran los trabajadores en blanco, el aumento para los equiparar un 210% de inflación anual que proyectan como piso para el año las consultoras, se reduce al 42,5% para los privados y, para los públicos, al 42%. Aunque, para Equilibra, por ejemplo, podría ser incluso entre 5 y 10 puntos porcentuales más alta la inflación.